Hoy entre pilas y pilas de trabajo, y mientras comía nueces y almendras, traía muy presente en mi mente sobre estos días recientes... y comienzo diciendo sobre lo bonito que es coincidir, que bonito ver como la vida te presenta fantasmas de tu pasado y ver que ya no se presentan para atormentar tu presente.
Hace un par de días, justo en esta semana, coincidí con una persona con la cual, por mucho tiempo, decidí mantener distante, por miedo a su reacción y miedo a mi propia reacción ante su presencia, prefería evadirlo y mantenerlo solo como un "maestro de vida" que formó parte de mi pasado, pero las vueltas del camino te vuelven a presentar estos personajes para ver tu respuesta.
Y qué bonito coincidir después de más de un año sin estar presentes, y hoy solo agradezco nuevamente, ya que sé que ese tormento y esas lecciones que tenía que aprender ya quedaron atrás. Ya no es un "escapar, huir y evadir", hoy solo abrazo sin miedo y agradezco, solo me quedó decirle a esta persona "gracias, te veo en otra vida porque en este presente tu y yo ya no resonamos y qué felicidad por ello".
Creo todas las personas que atraviesan nuestro camino siempre llegan en el momento perfecto y siempre traen algo para mostrarnos y enseñarnos, no podemos evadir lo que tenemos que procesar, agradece siempre cada personaje que se presenta a tu vida en versión de amistad, pareja, familia, etc, siempre todos aportan algo a nuestro crecimiento interno. Y tanto como todos vienen a traernos mensajes, nosotros también somos portadores de lecciones que otros necesitan aprender.
Abracemos y agradezcamos tanto a los que han traído amor y paz, como a los que han traído caos y desequilibrio a nuestras vidas, dichosos esos que fueron "nuestros maestros" en alguna ocasión y hoy solo quedan esas lecciones de las cuales aprendimos y superamos.
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