Demasiados días nublados, mucho sol, mucha lluvia, un sube y baja constante de emociones y sensaciones que mi entusiasmo por "pausar" ya desbordaba de mí... Hace un par de días, de repente un comentario de alguien externo vuelve a afectar, y es entonces que vuelvo a recapitular mis lecciones de día a día...

Aveces suelo olvidar que todo es un seguimiento constante, nada es lineal, todo lo externo nos ayuda a aprender cómo nos expresamos ante la vida, cómo estamos por dentro y a reconocer las heridas a trabajar.

Un instante puedes estar con la energía en el cielo, con el humor en su 100% y al otro instante un comentario te llega a afectar..., y ¿qué hacer?, analiza esa emoción, cuestiona el por qué te afectó y por qué resonó en ti. Todo lo externo al detonar siempre te dice que hay por dentro, mejor agradezcamos que los demás nos enseñan, nos ayudan a vernos y a encontrarnos. El problema no es la "magnitud" del hecho en sí, si no la percepción del receptor.

Aún hay mucho por hacer y qué alegría saberlo pues significa que el crecimiento nunca acaba y siempre seremos una constante de versiones mejoradas; y así como el mismo clima... un día estará tan soleado que llegará a quemar, otro día lloverá que hasta podrá ahogar y habrá otros días donde el clima se sentirá tan rico que solo te acostarás a contemplar el ver las nubes pasar.

Hace un par de semanas, aquella noche, me cuestionaron qué veía en tí... preguntando más de una vez en diferentes momentos pero sin en realidad haberme dado apertura a responder por las diferentes interrupciones y cambios de temas realizados. Desde esa noche me he quedado con la respuesta en la garganta y en mi mente, pues tenía mucho que decir.

En ti veo "aprendizaje"..., tu reflejas el caos que habita en mí, reflejas mis propios demonios y mi propia luz. En tu actuar me muestras mi nivel de tolerancia y mi propio ego. Al observarte me demuestras que la evolución y progreso personal es constante aunque sea en pequeños gramos. Me encanta tu manera de apasionarte por la vida, como amas todo ser y toda energía.

Amo esa sed constante que tienes de aprendizaje y que nunca llega a ser saciada. Me encanta que siempre me invitas a cuestionarme, a dialogar y debatir para tener siempre esa apertura a cambios de opinión sin cerrarse a una sola idea preconcebida. Me encanta tu reto constante hacia mí que haces que me impulse a superar mis propias metas sobre cualquier ámbito. Me gusta que siempre me hagas sentir capaz de poder lograrlo todo.

En ti veo el amor que compartimos hacia la vida misma, a la naturaleza, al aire, al agua y al universo en sí. Me encanta tu entusiasmo por las artes, como te deslumbras ante ello y como admiras lo que puedo llegar a crear, haciéndome sentir que siempre puedo ser mejor cada vez.

Contigo la conversación nunca escasea...

Me encanta tu entendimiento en que somos seres completos y que solo nos acompañamos en el camino cuando nos nutrimos uno al otro.., pero cuando dejamos de nutrirnos sabes que es tiempo de soltar sin resistencia...

Me encantan los pequeños lapsos de tiempo en que has estado presente en mi vida y lo agradezco. Llegaste desde un lugar del cual necesitaba conocer y reconocer a la vez que también existía dentro de mí.

Evadí y me resistí mucho de un inicio a todo el caos que me mostrabas cuando después pude ver que era mi propio reflejo... Tomé de tu mano y me enseñaste mucho de cosas que mi alma ya ansiaba por aprender, has aparecido justo en los momentos que debías estar y a pesar de todo siempre sumaste...

Todo en la vida tiene su momento y es perfecto tal cual es.

Tiempos fugaces y perfectos... agradezco el camino acompañado de tu presencia, que desde que te conocí sentí que ya habitabas mi alma... 

Quizá nunca lo notaste o nunca te lo demostré pero todo esto es lo que yo vi y sigo viendo en ti.

Gracias, gracias, gracias.