Hoy se suman 10 años... y como cada año haciendo muy presente este día desde que amanece hasta que anochece tu recuerdo queda muy latente... y de un segundo a otro el tiempo se ha ido volando.
Me impresiona ver el tiempo que ha transcurrido desde entonces, como han existido tantos cambios y pareciera que tu presencia física aún estaba el día de ayer, pero me quedo tranquila y feliz de saber que el día de hoy te alegraría y llenaría de orgullo saber que las semillas de aprendizaje que sembraste por años en mí hoy ya han florecido, han crecido y van teniendo frutos.
Puedo sentir tu energía en cada paso y cada instante de mi vida; siento tu energía en cada nuevo reto que llega a mí y escucho tu voz alentándome a superarlo, cada vez que me aparto de gente que no me está haciendo bien, en cada momento de incertidumbre sé que eres esa energía que me tranquiliza y me hace sentir en paz; en cada vez que logro mis cometidos te alcanzo a escuchar con orgullo; en cada ocasión en que me auto desvalorizo siento tu energía recordándome todo lo increíble que solías creer de mí con esa fé de que era capaz de lograr y superar todo; puedo sentir tu energía en cada libro, cada lectura, cada aprendizaje que me hace crecer como persona, en todo momento estás presente.
Hoy no guardo tu recuerdo con luto, ni celebro tu partida, hoy celebro tu transformación de este plano físico, hoy celebro tu energía trasmutada que vibra en todos lados cada segundo que pasa, así como el mar es otro universo mismo, sé que de igual forma tu energía sigue habitando este presente pero desde otro plano. Te amo papá... te amé hace 10 años, te amé ayer, te amo hoy y te seguiré amando por siempre. Feliz 10 años de transformación.
